Bella Ciao, una versión "pulenta pulenta"

viernes, 29 de octubre de 2010

Su mejor imagen...

Gracias Bob, por su mejor imagen !


"Con el tiempo se nos fue para la cresta
de una ola que no para de crecer,
hoy su cara esta en todas las remeras
es un muerto que no para de nacer."

miércoles, 27 de octubre de 2010

La alegría de la derecha debería servir de enseñanza

La Nación ¡Tan luego! decidió no publicar comentarios.
¡De qué calibre habrán sido!
La medida de la alegría de los enemigos debería ayudarnos a entender en dónde poner en estos momentos la fuerza y el aguante.
Una vez más, por si hiciera falta, hay que afirmar:
¡No todo es lo mismo, idiotas!
Y si alguien enjuicia a los genocidas, limpia la CSJN, incorpora a los viejos a la jubilación, recupera patrimonio nacional, les cobra impuestos ¡Impuestos! al capital, y promueve la ciudadanía de los más desposeídos, no es igual a los que nos masacran y hambrean.
Así como lloré cuando en el 2003 le escuché decir: "somos hijos de las madres y abuelas de plaza de mayo", hoy también.
Recordemos a Néstor...hagámosle el aguante a Cristina.

“Somos hijos de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo”




Kirchner en la ONU, “Desde el sur del mundo”


Nestor Kirchner

P. Carlos A. Mullins

“Somos hijos de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo”
Para el ciudadano Néstor Carlos Kirchner, el jueves 25 de septiembre del 2003 quedará en su memoria como una fecha cuyo recuerdo lo llenará de orgullo.
Un día podrá decirle a sus nietos: “este es su abuelo pronunciando su primer discurso en la Asamblea General de las Naciones Unidas, el podio más prestigioso del mundo”.

OJO CON COBOS



Ahora, ojo con Cobos !
Se vendrán operetas que habrá que aguantar y desmontar. Los innombrables vendrán a la carga.
Habrá que defender lo obtenido.

lunes, 25 de octubre de 2010

Abrir los archivos de la dictadura



STF devia abrir os arquivos da Folha

Por Altamiro Borges

A Folha de S.Paulo não se cansa de produzir factóides contra Dilma Rousseff. Nas últimas semanas, obcecada, ela insiste em conseguir o arquivo produzido no período da ditadura militar, em parte obtido por torturadores, contra a ex-ministra. No sábado, 23, o jornal anunciou que ingressou com uma ação cautelar junto ao Supremo Tribunal Federal para que tenha acesso ao processo que levou Dilma à prisão, em 1970.

O diário da famiglia Frias já havia feito o mesmo pedido ao Supremo Tribunal Militar (STM), mas órgão suspendeu o julgamento por duas vezes. Com pressa, a Folha agora recorre ao STF. Ela está ansiosa para usar os arquivos da ditadura. Justifica sua excitação alegando que "a candidata pode ser tornar a próxima presidente" e que a abertura dos arquivos serviria "para os leitores conhecerem o passado de Dilma".

O que excita a famíglia Frias?

Como aponta Celso Marcondes, jornalista da CartaCapital, "é muita estranha esta ação do jornal. Todo Brasil já sabe que Dilma Rousseff ficou presa durante mais de dois anos nas masmorras da ditadura. Que foi barbaramente torturada e que pertencia a uma organização guerrilheira chamada VAR – Palmares... Todo mundo já sabe também o que foi a ditadura militar no Brasil. E quem defende a democracia e a liberdade deve concluir que não deve ser motivo de desonra ser integrante da lista dos que tiveram coragem de resistir a ela".

O que a Folha, então, procura tão ansiosa? Quer os depoimentos arrancados na tortura para prejudicar a candidata presidencial? Quer declarações dos milicos torturadores contra a patriota que enfrentou a ditadura? Quer estampar mais uma manchete nojenta para ser usada no programa de TV do Serra? O jornal - que qualificou a sanguinária ditadura de "ditabranda" e que publicou na capa uma falsa ficha policial de Dilma - pretende se lambuzar ainda mais no esgoto na última semana das eleições?

Abertura dos arquivos da Folha

A Folha precisa conter o seu ódio doentio. A sua ansiedade em sacanear a candidata Dilma para alavancar o demotucano Serra ainda pode lhe custar caro. No rastro da sua loucura, as organizações da sociedade civil bem que poderiam solicitar ao Supremo Tribunal Militar a imediata abertura dos arquivos da ditadura sobre a participação da famíglia Frias nos preparativos do golpe e durante o regime militar.

Para os "leitores conhecerem o passado da Folha", seria interessante saber quantas peruas a famíglia Frias cedeu para transporte dos presos políticos à tortura. Quais foram os militantes torturados e assassinados com sua ajuda. Quais as mentiras da ditadura que a Folha divulgou nas suas páginas. Quais eram as relações de "doutor" Frias com os generais golpistas e com os órgãos de repressão. Ele ajudou a financiar a Oban? Quanto doou? Como a ditadura militar retribuiu o apoio da famíglia Frias?

O rabo preso da Folha

Na Argentina, a dona do jornal Clarin é acusada de ter sequestrado dois filhos de presos políticos mortos pela ditadura. O caso é público e gera revolta na sociedade. Se os brasileiros conhecessem melhor o papel da Folha durante a ditadura talvez sua tiragem despencasse ainda mais. Os familiares dos mortos e desaparecidos poderiam entrar com ações na Justiça contra a famíglia Frias. A democracia saíria ganhando. Não seria uma simples jogada eleitoreira de quem tem o rabo preso com os opressores.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Gracias, España.

A propósito de las deportaciones sufridas por argentinos, recordé esta carta, de Marzo de 2002.

Se me cayeron las lágrimas, casi...

"Gran regocijo ha provocado en los sufridos ciudadanos de la República Argentina la muestra de solidaridad de una parte del pueblo español, la que acude a los templos católicos.

En miles de iglesias españolas compungidos fieles recolectaron donaciones puesto que les "... duele Argentina.”

Maravillosa muestra de fraternidad. Los tradicionales y augustos valores de caridad cristiana, de la que siempre hicieron gala los habitantes de la península en sus relaciones con el continente americano. Solamente algún resentido podría no haber previsto tan compasiva respuesta de nuestra “Madre Patria”.

Conmovedoras imágenes de bien alimentados niños españoles apilando ropa en desuso reconfortaron los corazones argentinos. No menos impactante fue saber de los medicamentos reunidos para combatir infecciones en la desprotegida infancia argentina. Sin olvidar las varias toneladas de alimentos que mitigarán el hambre que, cual azote bíblico, se descarga sobre la otrora ubérrima “Reina del Plata”.

Muy duro habrá de ser el corazón para que no brote una lágrima de agradecimiento ante tal espectáculo de piedad y amor por el prójimo, por lejano que éste se halle.

Pero nada de esto debería asombrarnos. Es únicamente debido a las tortuosas campañas de desinformación por parte de pretendidos protectores de animales que no está suficientemente difundido el hecho que la carne de los toros que fallecen los domingos en algunas plazas españolas se destina al consumo de los escasos indigentes que restan en ciertas áreas periféricas.

Es patético observar los esfuerzos de ciertos elementos que pretenden mutilar componentes esenciales de la cultura de un pueblo, forjada a lo largo de centurias de respeto por las costumbres, sentimientos y credo de otras nacionalidades.

Grandes dotes de organización han demostrado los ciudadanos españoles, no reparando en gastos de comunicación para formar una red de solidaridad tan generosa. Indudablemente han de desecharse por tendenciosas e interesadas las versiones que adjudican esta facilidad logística al bajo precio de las comunicaciones telefónicas en la península, sugiriendo incluso – colmo de la desvergüenza – que estos valores son posibles gracias a la abultada tarifa que la empresa de telecomunicaciones española percibe en Sudamérica, producto de concesiones muy pródigas de gobernantes que, siempre al estar de estas versiones, habrían antepuesto crematísticos intereses personales al bien común.

Los ingentes esfuerzos de la sociedad civil española por ayudar a la desgraciada República Argentina demandaron gran cantidad de reuniones y la formación de comisiones que han debido laborar hasta altas horas de invernales noches, consumiendo energía eléctrica y combustible de hidrocarburos. También en este caso la inquina de algunos tendenciosos insinúa que los bajos costos de la electricidad y el combustible de los que disfrutan los españoles se deben fundamentalmente a las fenomenales ganancias obtenidas por métodos poco transparentes, proyectos de inversión no cumplidos, tarifas muy superiores a las internacionales y áreas de explotación petrolera subvaluadas.

Ningún obstáculo, empero, detiene al español cuando de ayudar al otro se trata. El traslado hacia la lejana Argentina fue posible merced a la desinteresada colaboración de las empresas de aeronavegación que ofrecieron transportar grandes cantidades de alimentos y medicamentos. No faltaron, por supuesto, los profetas del odio que denostaron esta colaboración argumentando que esos aviones pertenecieron a la compañía aérea estatal de la Argentina, comprados a precio de remate merced a la oportuna intervención de jueces permeables a las sugerencias – y el metálico, agregan malintencionadamente – de oportunistas inversores españoles.

Por supuesto que una operación de ayuda internacional de este tipo – la de los últimos días, decimos, no la de la última década – requiere de gastos, trámites, permisos de embarque y certificados de exportación. Todas estas complejas tareas de organización fueron posibles gracias a la invalorable experiencia y la altruista ayuda de las más importantes instituciones de crédito del reino España. Como no podía ser de otro modo aparecieron inmediatamente quienes arguyeron que esta asistencia era posible debido a las fabulosas rentas que los bancos españoles obtuvieron durante años en la Argentina, prestando dinero – dicen – a tasas que llegaron a decuplicar – exageran – las aceptadas internacionalmente. Llegan incluso estos pérfidos detractores a calificar dicha legítima renta empresaria de usura, actividad económica particularmente odiada por el pueblo español, a tal punto que hace quinientos años – nada menos – se libraron de ella expulsando a algunos compatriotas que profesaban distintas confesiones religiosas y practicaban este oficio que – repetimos – nunca formó parte de las prácticas bancarias peninsulares. Naturalmente que también deben descartarse por interesadas las críticas hacia la momentánea – y disculpable – imposibilidad de devolver los depósitos que ahorristas argentinos confiaron a dichas entidades. Es inaceptable que ciertos elementos disolventes manifiesten su disconformidad con este pasajero inconveniente – la retención momentánea de los depósitos – utilizando epítetos tan vulgares como ladrones, tramposos o – colmo del agravio gratuito – cobardes. Sabido es que si algún orgullo ostenta el capital español es el de asumir riesgos, como los que enfrentó en la Argentina, invirtiendo millones para acompañar su crecimiento, y no como algunos maliciosos objetan, diciendo que las inversiones originales fueron obtenidas merced a la aceptación de devaluados títulos de deuda pública, recibidos a su valor nominal por funcionarios complacientes, agregando aquí que tales conductas rozan con la corrupción, insulto rastrero para aquellos que hacen de la hidalguía una conducta cotidiana, bastando como ejemplo la digna conducta del actual, y el anterior, presidente del gobierno español. Tales funcionarios han dado un ejemplo de mesura y grandeza de espíritu al recomendar las acciones más apropiadas para que la Argentina resuelva sus problemas económicos, demostrando, más allá de toda duda, que la mejor y más eficiente forma de resolverlos pasa por respetar a rajatabla los favorables contratos suscritos con las empresas españolas. Contratos favorables para la Argentina – se entiende – y moderadamente beneficiosos para el capital español, que obtiene una módica ganancia por su noble tarea de ayudar al desarrollo de las fuerzas productiva locales.

Verdaderos cretinos han de ser, pues, los que impunemente critican la loable actitud del pueblo, iglesia y gobierno del reino de España, calificándola de hipócrita y producto de la mala conciencia.

¡Hay que ver cuanto resentimiento hay en el mundo!

Solamente así se explica tamaña falta de gratitud, pecado en el que – lo juramos – no caeremos: ¡Gracias, España!"

udi, marzo de 2002

viernes, 15 de octubre de 2010

Resistencia

Uno de estos dias, me levanto temprano.

Miro por la ventana y me resisto.

Digo, hoy, resisto, o sea,

a ver amigo si me explico:

resisto a los que vienen por mi pellejo,

aguanto los rebencazos que me propinan,

resisto las ganas de mandar todo al carajo,

me visto y resisto, y me voy para el trabajo.

Subo al bondi y resisto, el empujón agrio.

Bajo y camino, y resisto, el frío que me acobarda.

Llego a la fábrica y resisto, a la sirena que me apremia.

Resisto frente a la máquina, me meo y resisto,

a parar la producción me resisto, aguanto ¿Vió?

Las ganas de mandar todo a la mierda, resisto.

El dolor en la espalda, lo resisto. Al dolor,

al grito del capanga, lo resisto. ¿Me explico?

A comer mal y poco y de parado, lo resisto.

A correr por un baño sucio, lo resisto.

Una hora y otra más, las resisto. No sea cosa.

Que la quincena venga flaca, lo resisto.

Espero en la esquina, es de noche y resisto.

Resisto dormirme de parado, sin putear resisto.

Me alquilo y resisto. No me vendo y resisto.

Y asi termino mi dia, lo resisto. Me duermo,

pero antes, como en un sueño, me digo:

Hoy me resisto.

udi, julio de 2008